domingo, septiembre 21, 2008

Conquista tus sueños


Cayeron unas gotas de lluvia en lo alto de una montaña. El río quedaba cuesta abajo.

Las gotas deseaban llegar a él. Pero no había ningún camino. Iniciaron su recorrido y a lo largo de este, encontraron los caminos hasta llegar al río.

Tus sueños, no son diferentes a una gota de lluvia en la montaña. Para nadie nos es desconocido que la lluvia encuentra caminos en la montaña para llegar a tierra.

Aunque no existan caminos asfaltados.

Esta reflexión llegó a mi mente, cuando visitaba una exposición de fotografías de dos siglos de vida en México.

Observé con curiosidad la foto de unos semáforos humanos. Ahora conocemos los automáticos con las luces roja, amarilla y verde.

Pero antes, eran parecidos a los señalamientos de las calles. En un tubo, se hallaban en lo alto tres señalamientos: alto, cambio, siga.

Había una persona que manualmente los cambiaba en el pasado.

¿Y de donde nacen estos semáforos?

Porque surgió el coche. Y se hizo necesario encontrar una forma de controlar el tráfico.

Después, la gran cantidad de calles creadas abrió la oportunidad a los comerciantes de vender sus productos.

En cualquier ciudad, podemos ver el día de hoy calles asfaltadas, coches circulando, semáforos automáticos y comercios distribuidos a lo largo de las calles.

Pero todo lo originó la creación del auto. Y este desencadenó la creatividad. El coche originó el problema de cómo circular cómodamente. Y se crearon las calles. El aumento de circulación originó la pregunta ¿Cómo controlo el tráfico? Y surgieron los semáforos manuales ¿Cómo puedo tomar ventaja de las calles y gente moviéndose en sus coches? Y los comerciantes entraron en acción. Y el ciclo de mejora es de nunca acabar.

Lo que quiero explicarte: todo comenzó con una idea. Y esa idea en acción, generó desafíos no contemplados por sus creadores. Y la respuesta creativa a estos retos, originó obras que beneficiaron a todos.

Hay personas que cuando sueñan, se detienen al concentrarse en las imposibilidades de sus sueños. Y nunca inician nada.

Recuerda como nacieron los primeros coches o los semáforos rudimentarios. Estas ideas fueron mejorándose en el camino. Pero tuvieron un inicio.

El empresario John Johnson recomienda a los jóvenes soñar con cosas pequeñas. Ya que cuando estas se realizan, dan confianza para el siguiente paso. También menciona que los negocios pequeños a la larga se convierten en grandes.

Por eso, todo lo que necesitas, es comenzar de alguna forma. Así, como la gota de lluvia encontró su camino y el auto abrió brecha para más ideas, hallarás la manera de alcanzar tus sueños. Los desafíos que encuentres son oportunidades disfrazadas que te permitirán lograr mayores éxitos.

Así que… ¡adelante! Todo lo que necesitas es comenzar.

martes, septiembre 02, 2008

Hay que no juzgar anticipadamente

Una pareja de jóvenes tenía varios años de casada y nunca pudieron tener hijos. Para no sentirse solos, compraron un cachorro pastor alemán y lo amaron como si fuera su propio hijo.
El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso pastor alemán.

El perro salvó en más de una ocasión a la pareja de ser atacadas por ladrones, siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus dueños contra cualquier peligro.

Luego de siete años de tener al perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado.

La pareja estaba muy contenta con su nuevo hijo y disminuyeron las atenciones que tenían con el perro, éste se sintió relegado y comenzó a sentir celos del bebé y ya no era tan cariñoso y fiel como demostró serlo durante siete años.

Un día la pareja dejó al bebé plácidamente durmiendo en la cuna y fueron a la terraza a preparar una carne asada. Cuál fue su sorpresa cuando se dirigían al cuarto del bebé y ven al perro en el pasillo con la boca ensangrentada, moviéndoles la cola.

El dueño del perro pensó lo peor, sacó un arma y en el acto mató al perro, corrió al cuarto del bebé y encuentró una gran serpiente degollada….

El dueño comienza a llorar y exclamar… ¡He matado a mi perro fiel!

Cuantas veces no hemos juzgado a las personas; lo que es peor, las juzgamos y condenamos sin investigar a que se debe su comportamiento, cuales son sus pensamiento y sentimientos.

Muchas veces las cosas no son tan malas como parecen, sino todo lo contrario.

La próxima vez que nos sintamos tentados a juzgar y condenar a alguien, recordemos la historia del perro fiel. Así aprenderemos a no levantar falsos testimonios contra una persona hasta el punto de dañar su imagen ante los demás…

Debemos darnos cuenta que los sentimientos de las personas son frágiles y fáciles de dañar pero difícil de sanar.