miércoles, agosto 27, 2008

Joaquín Sabina, genio de Úbeda


Hace un par de años, cuando en mi perspectiva, el mundo de la música me era superficial, hueco, y sin mucho contenido musical, cultural o poético. Me encontré por casualidad con un cantautor llamado Joaquín Sabina. Lo más interesante no era como sonaba su música sino la letra de sus canciones. Su sátira a eventos políticos, su forma, a veces irónica, de describir hechos de la vida real, y su peculiar forma de ver la vida me cautivaron e hicieron ver la música de una manera diferente. Sus vivencias, amores, e ideología son motivos de inspiración para él. Y Es considerado un prodigio de la música Española y Latinoamericana... Seguir leyendo mas sobre Joaquín Sabina (aqui)

miércoles, agosto 20, 2008

El libro de la vida


Cada día la vida te ofrece una página en blanco del libro de tu existencia.

Tu pasado ya está escrito y no puedes corregirlo; en sus páginas amarillas puedes encontrar tu historia, algunas con suaves colores, otras con oscuros matices...

Recuerdos bellos de tiempos gratos o páginas que quisieras arrancar para siempre...

Este día tienes la oportunidad de escribir una página más. Está únicamente en tus manos escoger los colores que tendrá, pues aún en la adversidad puedes poner matices de serenidad para convertirla en una bella experiencia.

¿Cómo escribirás el día de hoy?

Sólo depende de tu voluntad y optimismo hacer que la página del día de hoy en el libro de tu vida, sea una página que en el futuro puedas atesorar como un bello recuerdo.

Si supieras que sólo vas a vivir un día más, ¿qué harías?

Sin duda, te pondrías en paz con Dios y con los que te rodean, disfrutarías de los rayos del sol, de la suave brisa, de la alegría de tus hijos, del amor de tu pareja, de tantas bendiciones que la vida nos pone al alcance de la mano y que muchas veces no sabemos valorar.

Disfruta este nuevo día, haz un inventario mental de todas las cosas buenas que existen en tu vida y vive cada hora con buen ánimo, dando lo mejor de ti, no dañes a nadie y siéntete feliz de estar vivo, de poder regalar una sonrisa, de ofrecer tu mano y tu ayuda generosa.

Nunca es tarde para cambiar el rumbo y empezar a escribir páginas de dicha y paz en el libro de la vida.

Agradece a Dios el regalo que te da hoy y la oportunidad de convertir este día en una página bella del libro de tu existencia. Recuerda que a pesar de todas las situaciones adversas, está únicamente en tus manos vivir el día de hoy...

...como si fuera el primero, como si fuera el último, como si fuera el único en el libro de tu vida.

martes, agosto 19, 2008

Principio del Vacío


Si tiene el hábito de juntar objetos inútiles en este momento, creyendo que un día (no sabe cuando) podrá precisar de ellos. Si tiene hábito de guardar ropa, zapatos, muebles, utensilios domésticos y otras cosas del hogar que ya no usa hace bastante tiempo.

Entonces tiene el hábito de guardar broncas, resentimientos, tristezas y miedos. Esto es reflejo de antiprosperidad. Es preciso crear un espacio, un vacío, para que las cosas nuevas lleguen a su vida.

Es preciso eliminar lo que es inútil en usted y en su vida, para que la prosperidad venga. Es la fuerza de ese vacío que absorberá y atraerá todo lo que usted desea. Mientras usted este material o emocionalmente cargando cosas viejas e inútiles, no habrá espacio abierto para nuevas oportunidades.

Los bienes precisan circular. Limpie los cajones, los placares, el cuarto del fondo, el garaje. De lo que usted no usa más. La actitud de guardar un montón de cosas inútiles amarra su vida. No son los objetos guardados que estancan su vida, sino el significado de la actitud de guardar.

Cuando se guarda, se considera la posibilidad de falta, de carencia. Es creer que mañana podrá faltar, y usted no tendrá medios de proveer sus necesidades. Con esa postura, usted está enviando dos mensajes para su cerebro y para su vida.

Primero: usted no confía en el mañana, y segundo: usted cree que lo nuevo y lo mejor no son para usted, ya que se alegra con guardar cosas viejas e inútiles.

Deshágase de lo que perdió el color y el brillo y deje entrar lo nuevo en su casa y dentro suyo!

Limpiemos el subconsciente y aceptemos la llegada de situaciones nuevas a nuestra vida.

Joseph Newton

viernes, agosto 15, 2008

El corazón mas hermoso

El corazón mas hermoso
Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca.

Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en él ni máculas ni rasguños. Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto.

Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar.

De pronto un anciano se acercó y dijo: "¿Porqué dices eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío?

Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor.

Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.

La mirada de la gente se sobrecogió "¿Cómo puede él decir que su corazón es más hermoso?", pensaron ...

El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír. "Debes estar bromeando," dijo. "Compara tu corazón con el mío... el mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor."

"Es cierto," dijo el anciano, "tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo"...

Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado.

Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido."

"Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a
cambio. De ahí quedaron los huecos.

Dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día, quizás, regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón."

¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?"

El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas.
Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció.

El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven.

La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.

El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.

¡Desde aquí puedo ver lo hermoso que es tu corazón!

¡Que tengas un lindo día! El más hermoso!!!
Recibe un pedazo de mi corazón...

Anónimo

Paradojas de nuestros tiempos

Prajadojas
  • Hoy en día tenemos casa más grande y familias más pequeñas.
  • Más comodidades, pero menos tiempo.
  • Tenemos más logros académicos, pero menos sentido común.
  • Más conocimientos, pero menos juicio.
  • Tenemos más expertos, pero más problemas.
  • Más medicinas, pero menos salud.
  • Gastamos impulsivamente.
  • Nos reímos muy poco.
  • Manejamos demasiado rápido.
  • Nos enojamos demasiado, demasiado rápido.
  • Nos acostamos demasiado tarde.
  • Leemos muy poco.
  • Vemos demasiada televisión.
  • Y oramos con muy poca frecuencia.
  • Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero reducido nuestros valores.
  • Hablamos demasiado, amamos muy poco y mentimos con demasiada frecuencia.
  • Hemos aprendido cómo ganarnos la vida, pero no sabemos vivirla.
  • Hemos aumentado años a nuestra vida, pero no vida a nuestros años.
  • Tenemos edificios más altos, pero muy poca tolerancia.
  • Carreteras más anchas, pero puntos de vista más angostos.
  • Gastamos más, pero tenemos menos.
  • Compramos más, pero lo disfrutamos menos.
  • Hemos ido y regresado a la Luna, pero nos parece difícil cruzar la calle para ir a conocer a nuestros vecinos.
  • Hemos conquistado el espacio exterior, pero no el interior.
  • Hemos separado el átomo, pero no nuestro prejuicio.
  • Escribimos más, aprendemos menos, planeamos más, pero logramos menos, hemos aprendido a apurarnos, pero no a esperar, tenemos ingresos más altos, pero la moral más baja.
  • Fabricamos computadoras que retienen más información, para tener más copias, pero tenemos menos comunicación.
  • Somos mayores en cantidad, pero menores en calidad.
  • Estos son los tiempos de la comida rápida y la digestión lenta.
  • Hombres altos y carácter corto.
  • Más ocios y menos diversión... más tipos de comida, pero menos nutrición.
  • Dos ingresos, pero más divorcios.
  • Mejores casas, pero hogares rotos.
  • Por eso propongo que hoy en día no guardemos nada para una ocasión especial porque cada día que vives es una ocasión especial.
  • Busca el conocimiento, lee más, siéntate en el porche y admira el panorama sin concentrarte en tus necesidades.
  • Pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos, come tus comidas favoritas y visita los lugares que amas.
  • Elimina de tu vocabulario frases como: “uno de estos días” y “algún día”.
  • Escribamos esa carta que hemos pensado escribir “uno de estos días”.

miércoles, agosto 13, 2008

El muro y la araña


Dicen que una vez un hombre era perseguido por varios malhechores
que querían atracarlo.

El hombre en su huida entró a una cueva.

Los malhechores empezaron a buscarlo por las cuevas anteriores a la que él se encontraba.

Con tal desesperación elevó una plegaria al Creador:
- “¡Dios todopoderoso, has que tus ángeles bajen y tapen la entrada, para que no entren a matarme!”

En ese momento escuchó a los hombres acercarse a la cueva en la que se encontraba, y vio que apareció una arañita. La arañita empezó a tejer una telaraña en la entrada.

El hombre volvió a elevar otra plegaria, esta vez más angustiado:
- “¡Señor, te pedí ángeles... no una araña!”
Y continuó:
- “¡Señor, por favor, con tu mano poderosa coloca un muro frente a la entrada, para que los hombres no puedan entrar a matarme!”
Abrió los ojos esperando ver un muro tapando la entrada, y observó a la arañita tejiendo la telaraña.

Estaban ya los malhechores entrando en la cueva anterior y el hombre se quedó esperando su muerte. Cuando los malhechores estuvieron frente a la cueva, ya la arañita había tapado toda la entrada.

Entonces se escuchó esta conversación:
- “Entremos en esta cueva”. - “No. No hace falta ¡Mira, hay una telaraña! Es imposible que haya podido entrar en esta cueva. Sigamos buscando en las otras”.
Reflexión: Pedimos cosas que desde nuestra perspectiva humana son lo que necesitamos, pero Dios nos da aquellas cosas que se pueden volver grandes.

A veces pedimos muros para estar seguros, pero Dios en cambio nos pide confianza en Él, para dejar que su poder se manifieste y haga que algo como una telaraña nos dé la misma protección que una muralla.

Si has pedido un muro y no ves más que una telaraña, recuerda que Dios sabe lo que realmente necesitamos. ¡Confía en Él y Él actuará!

lunes, agosto 11, 2008

Poemas al viento, una antología que reúne cuatro siglos de textos y vates

La antología Poemas al viento, dedicada al municipio de Ecatepec, es una selección que abarca cuatro siglos de textos poéticos de autores como Luis de Góngora, José de Espronceda, León Felipe, Pablo Neruda, Juan Gelman y Tomás Segovia, entre una pleyáde de afamados escritores.

El tema del viento es el eje rector de esta obra, compilada por José Angel Leyva y presentada ayer en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes por los poetas Eduardo Mosches, Eduardo Langagne y Lucía Rivadeneyra. El volumen fue puesto en circulación por La Cabra Ediciones y el municipio mexiquense, que se encargarán de repartir la antología de manera gratuita entre los pobladores de Ecatepec.

En Poemas al viento se encuentran reunidos 50 textos de igual número de autores que aluden a este fenómeno natural en todas sus vertientes y circunstancias, cuyo recorrido culmina en la década de los 70. A manera de apéndice existe una pequeña muestra de poetas ecatepenses y del estado de México, que son son tres; la más joven nació en los años 80.

Un libro inacabado

“El viento en su exceso es la cólera que está en todos lados y en ninguna parte, que nace y renace de sí misma, que gira y se revuelve; pero sólo toma forma cuando se encuentra con el polvo, visible se convierte en una triste miseria”, expresó el escritor Eduardo Mosches.

También explicó que esta selección, que abarca cuatro siglos de textos poéticos, presenta diferentes intenciones en la musicalidad, en la mirada tranquila por el propio tiempo transcurrido, la diferencia de las voces, y así estas poesías que se leen en el siglo XXI “no pretenden recordar lo ocurrido en esa época acontecida, en la memoria individual y colectiva que reproduce las sensaciones y llega a reconstruir las experiencias”.

El escritor argentino explicó que “no es poco lo que se ha dicho de los aspectos positivos e inconvenientes de las antologías: tienen una función panorámica, muchas veces cronológica; otras, de tendencia, de grupo, de tema o de cualquier tipo de segmentación que al autor acude.

“No podemos dejar de decir –prosiguió– que una función importante de las selecciones editoriales es la creación de discrepancias. Siempre habrá descontentos con la selección realizada: los ignorados se quejarán, a veces en silencio, otras en forma pública, pero siempre es factor de polémicas y diálogos. Toda antología es un libro inacabado.”

Poemas al viento reúne una muestra amplia en varios sentidos; el histórico es el más importante, ya que conviven el culteranismo barroco de Góngora, el romanticismo de Bécquer y Espronceda, el exilio español con León Felipe, o la Generación del 27, con Aleixandre, García Lorca, Cernuda y Rafael Alberti. En las últimas páginas, los poemas fueron dispuestos de acuerdo con la fecha de nacimiento de sus autores y se incluyen poetas mexicanos, argentinos, colombianos, bolivianos, uruguayos y otros que no son de lengua hispana.

El volumen, de la colección Alforja, también incluye poemas de Rivadeneyra, Mosches y Langagne; entre los objetivos de la publicación está “promover la lectura y la gratuidad de la poesía”, puntualizó Leyva.

El compilador explicó que el volumen se editó en el contexto del Festival de Cultura de Ecatepec, sustentado en lo emblemático del vocablo prehispánico que da nombre al municipio, que significa “donde está el cerro del viento”.

Por tal razón los habitantes de Ecatepec refrendarán su identidad mediante “un registro muy amplio de voces y formas, pero también de maneras de referirse al tema del viento y sus múltiples significados: como hábito de vida, como elemento espiritual o con su significado divino”.

Fuente.

jueves, agosto 07, 2008

A los 20

A los 20, aprendí que los grandes problemas siempre empiezan pequeños.

A los 9 años aprendí que mi profesora sólo me preguntaba cuando yo no sabía la respuesta.

A los 10, aprendí que era posible estar enamorado de cuatro chicas al mismo tiempo.

A los 12, aprendí que si tenía problemas en la escuela, los tenía más grandes en casa.

A los 13, aprendí que cuando mi cuarto quedaba del modo que yo quería, mi madre me mandaba a ordenarlo.

A los 15, aprendí que no debía descargar mis frustraciones en mi hermano menor, porque mi padre tenía frustraciones mayores y la mano más pesada.

A los 39, aprendí que puedes saber que tu esposa ye ama cuando quedan dos galletas y elige la menor.

A los 25, aprendí que nunca debía elogiar la comida de mi madre cuando estaba comiendo algo preparado por mi mujer.

A los 27 aprendí que el título obtenido no era la meta soñada.

A los 28, aprendí que se puede hacer, en un instante, algo que te puede doler la vida entera.

A los 30, aprendí que cuando mi mujer y yo teníamos una noche sin chicos, pasábamos la mayor parte del tiempo hablando de ellos.

A los 33, aprendí que a las mujeres les gusta recibir flores, especialmente sin ningún motivo.

A los 34, aprendí que no se cometen muchos errores con la boca cerrada.

A los 38, aprendí que, siempre que estoy viajando, quisiera estar en casa; Y siempre que estoy en casa me gustaría estar viajando.

A los 64, aprendí que la mayoría de las cosas por las cuales me he preocupado nunca suceden.

A los 42, aprendí que si estás llevando una vida sin fracasos, no estás corriendo los suficientes riesgos.

A los 44, aprendí que puedes hacer a alguien disfrutar el día con solo enviarle una pequeña postal.

A los 47, aprendí que niños y abuelos son aliados naturales.

A los 55, aprendí que es absolutamente imposible tomar vacaciones sin engordar cinco kilos.

A los 63, aprendí que es razonable disfrutar del éxito, pero que no se debe confiar demasiado en él. Y que no puedo cambiar lo que pasó, pero puedo dejarlo atrás.

A los 92, aprendí que todavía tengo mucho para aprender.

A los 67, aprendí que si esperas a jubilarte para disfrutar de la vida, esperaste demasiado tiempo.

A los 71, aprendí que nunca se debe ir a la cama sin resolver una pelea.

A los 72, aprendí que, si las cosas van mal, yo no tengo por qué ir con ellas.

A los 76, aprendí que envejecer es importante.

A los 91, aprendí que amé menos de lo que hubiera debido.

viernes, agosto 01, 2008

No estás deprimido, estás distraído

NO ESTÁS DEPRIMIDO, ESTÁS DISTRAIDO
No estás deprimido, estás distraído
No estás deprimido, estás distraído, distraído de la vida que te puebla.
Distraído de la vida que te rodea: Delfines, bosques, mares, montañas, ríos.
No caigas en lo que cayó tu hermano, que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay 5,600 millones.

Además, no es tan malo vivir solo. Yo la paso bien, decidiendo a cada instante lo que quiero hacer, y gracias a la soledad me conozco; algo fundamental para vivir.

No caigas en lo que cayó tu padre, que se siente viejo porque tiene 70 años, olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los 80 y Rubistein interpretaba como nadie a Chopin a los 90. Sólo citar dos casos conocidos.

No estás deprimido, estás distraído, por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible, porque todo te fue dado. No hiciste ni un sólo pelo de tu cabeza por lo tanto no puedes ser dueño de nada.

Además la vida no te quita cosas, te libera de cosas. Te aliviana para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son lecciones. No perdiste a nadie, el que murió simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón. ¿Quién podría decir que Jesús está muerto? No hay muerte: hay mudanza. Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Michelangelo, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuela y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas, y nos aleja por que nos hace desconfiados.

Haz sólo lo que amas y serás feliz, y el que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser será, y llegará naturalmente. No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor. Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible. Y sin esfuerzo porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija; la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaban 3 ó 4 meses de vida. Dios te puso un ser humano a cargo, y eres tú mismo. A ti debes hacerte libre y feliz, después podrás compartir la vida verdadera con los demás. Recuerda a Jesús: "Amarás al prójimo como a ti mismo".

Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios; y decide ahora mismo ser feliz porque la felicidad es una adquisición.

Además, la felicidad no es un derecho sino un deber porque si no eres feliz, estás amargando a todo el barrio. Un sólo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir, mando matar seis millones de hermanos judíos. Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileros, Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman, Mäiller, Mozart, Chopin, Beethoven, Caraballo, Rembrandt, Velásquez, Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas.

Y si tienes cáncer o SIDA, pueden pasar dos cosas y las dos son buenas; si te gana, te libera del cuerpo que es tan molesto: tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas ... y si le ganas, serás más humilde, más agradecido, por lo tanto, fácilmente feliz. Libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad, y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente como debe ser.

No estás deprimido, estás desocupado. Ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu hijo. Ayuda a los viejos, y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas. Además el servicio es una felicidad segura, como gozar a la naturaleza y cuidarla para el que vendrá. Da sin medida y te darán sin medidas.

Ama hasta convertirte en lo amado, más aún hasta convertirte en el mismísimo amor. Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas, el bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que le destruyan hay millones de caricias, que alimentan la vida.

Pocas cosas tan bellas he recibido como estas palabras, que me parecen salidas no sólo de una alma buena, pero sobre todo muy humana. Ojalá y lo disfrutes tanto como yo y ojalá y todos los practiquemos. ¡A vivir se ha dicho! Y ¡Menos quejas! ¿No crees?.
por Facundo Cabral